¿Por qué debemos juntarnos?

Tras años de protestas continuas, nuestro país ha tocado fondo. Durante este tiempo, más de una vez y de una y mil maneras, las mexicanas y mexicanos hemos salido a expresar nuestro hartazgo pero nuestra voz no ha sido escuchada, en cambio, la respuesta que hemos recibido es la represión y el silencio de las autoridades. Un ejemplo reciente es la Ley de Seguridad Interior que a pesar de la manifestación pacífica, el rechazo fundamentado y el apoyo por parte de organizaciones civiles y no gubernamentales, obtuvo la mayoría de votos en ambas cámaras legislativas para su aprobación.

Por un lado, la clase política ha hecho de la corrupción la base de su gobierno, según datos de la OCDE, de entre los países miembros que la integran, México es el más corrupto e inseguro. Por otro, ha convertido al país en un negocio privado que entrega nuestros recursos naturales a la explotación desmedida y poco regulada, y que nos niega la seguridad, justicia, salud y educación a la que tenemos derecho.

El poder político no toma malas decisiones por ignorancia, sino por conveniencia, actúan en conjunto para obtener impunidad, privilegios y estar exentos del cumplimiento de la ley.

Bajo este panorama, y como nunca antes, México se enfrenta a la posibilidad de un cambio inminente. El futuro de nuestra nación y el destino de las próximas generaciones no tiene por qué ser incierto y preocupante. Si el poder político se une para moldear un Estado que lo favorece y lo protege ¿Por qué no actuamos de la misma forma? Juntémonos, divididos jamás lograremos vencerlos, ¿no sería más inteligente conversar, acordar reglas y asumir responsabilidades por el bien común?

Es momento de tomar decisiones fuertes, no hay que tener miedo al cambio, debemos actuar de una forma distinta a como lo hemos hecho. Las elecciones de 2018 están cerca y con ellas la oportunidad de juntarnos para resolver las necesidades de nuestras comunidades.

Actuemos como el gobierno nunca lo ha hecho, agrupémonos alrededor de aquellas causas que los políticos pueden pero no quieren conseguir, para lograr que nuestra voz sea escuchada. Juntémonos para construir pequeños núcleos sociales y transformar nuestro entorno.

Dejemos de esperar un cambio repentino y creemos un México que renace en la base de la sociedad y llega hasta la cúspide del poder.