Las creencias de los mexicanos

Todos estamos convencidos de saber un gran número de cosas acerca de la realidad, enlistarlas sería interminable. A esto le llamamos creencias. Una creencia es un hecho al que acudimos cotidianamente, como parte de los juicios a los que apelamos para otorgarle sentido a nuestro comportamiento y el de los demás, la atribución de creencias y deseos juega un papel central, en lo que somos y en nuestras actitudes.

Para comprender esta dinámica tenemos que examinar las causas. Según Donald Davidson, filósofo estadounidense, menciona en su libro recopilatorio: Investigaciones sobre la Verdad y la Interpretación, que las creencias de una persona no son ideas individuales sino que viven en colectivo, las creencias las adoptamos sólo en la medida en que son coherentes con otras creencias, con intenciones, esperanzas, miedos, expectativas, y demás y de ellas se derivan una actitud con respecto a ellas.

Las creencias se transforman

Los mexicanos siempre hemos sido muy religiosos, antes de la Conquista Española, los habitantes mexicas que habitaban Tenochtitlán hoy Ciudad de México, creían en diferentes deidades quienes les dotaban de la vida, la agricultura, lluvia, sol, Dioses que guiaban los estilos de vida.

Al llegar los conquistadores y con ellos las primeras órdenes como la Franciscana y la Dominica intentaron usar la fe como un forma de controlar a la población. La estrategia fue eliminar por completo las creencias antiguas aztecas al mezclarlas con elementos cristianos. El ejemplo más notable fue la sustitución de la “Diosa madre” Tonantzin por la imagen de una virgen madre.

De acuerdo con el autora Gisela,Von Wobeser, los aztecas solían adorar a Tonantzin en un templo construido en el Tepeyac, a las afueras de la Ciudad de México. Lo que hicieron los religiosos europeos fue destruir esa construcción y reemplazarla con un una capilla dedicada a la Virgen María, madre de Jesús.

Sin embargo los indígenas continuaban yendo a agradecer a su diosa madre, pensando que los invasores finalmente la habían aceptado, así continuó lo que ingenuamente creyeron destruir.

El mexicano vive de supuestos

Por tanto, creer significa tener algo por verdadero o existente pero sin estar seguro de ello por no tener razones o pruebas suficientes. Equivale a suponer o presumir y en México estamos aprendiendo a vivir de manera distinta. Las nuevas generaciones están luchando contra un mundo que les resulta demoníaco e intolerante, en el que viven sus padres y marcan una barrera frente a él.

Es así que la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México (RIFREM 2016), muestran el ritmo de transición de las creencias de los mexicanos en el ámbito religioso.

La Encuesta se llevó a cabo con una muestra de 3,000 mil personas seleccionadas aleatoriamente por todo el país para ser representativas de la población en general del 29 de octubre al 30 de noviembre de 2016.

Algunos resultados interesantes son los siguientes: