Si estás enojado por la crisis que vivimos en México, te has cansado de marchar, de protestar en redes sociales, quieres hacer algo, no sabes qué, e incluso tienes pensado anular tu voto, seguro tienes las siguientes preguntas en la cabeza…
Yo desconfío de todos los políticos, no hay opciones; iré a la casilla pero anularé mi voto.
La mayoría de los mexicanos nos encontramos sumergidos en el mismo hartazgo. La verdad es que tachar la boleta electoral sin favorecer a partido alguno sería una gran lección que le daríamos a la clase política, sin embargo, no pasaría de ser un mínimo acto simbólico que no provocaría más que la risa de los políticos porque no contamos con un sistema jurídico que respalde nuestro anulismo; podemos no salir a votar y a pesar de ello el sistema no podría anular una elección porque no hay un mecanismo legal y verdaderamente democrático que lo permita.
¿De verdad se imaginan a EPN al otro día de la elección anunciando en cadena nacional: “se anula la elección porque los mexicanos decidieron no salir a votar”?
¿Se imaginan a López Dóriga celebrando en Televisa un acto democrático así? LOL.
Sí creo que México está en crisis por culpa de la clase política, pero nunca votaría por un partido anti sistema
Si son panistas, reflexionen un poco y piensen en los fundadores del PAN, ¿creen honestamente que un Manuel Gómez Morín o un Efraín González Luna se hubieran quedado callados ante un conflicto grave de intereses como lo es la Casa Blanca de EPN?
Nuestra lógica como sociedad siempre ha sido la misma: fragmentarnos. Nos sentamos en una mesa a defender nuestra ideología partidista pero sea cual sea el color que defendamos en algo coincidimos: estamos hartos del miedo, la corrupción y la impunidad.
Empecemos a ver la realidad como es por mucho que nos duela: los políticos sí están unidos aunque sean de diferente partido, nosotros no. La acción electoral unificada es la única cosa real, legal y capaz de cambiar el mal rumbo en el que andamos.
Ya lo hicimos una vez en el 2000 para sacar al PRI de los Pinos y no funcionó.
Sin duda Fox nos traicionó y decepcionó; nos ha tocado decir: “el PRI nunca se fue”.
Sin embargo, las cosas que realmente valen la pena se intentan una y otra vez, fallar una vez no significa que nos vencieron por siempre, significa que no elegimos el camino correcto: cambiar el color del Ejecutivo puede no ser la solución, puede ser una trampa como lo fue con Fox, pero de lo que sí estamos ciertos es de la influencia que ejercimos a través de nuestro voto.
Quitémosle la Cámara de Diputados a todos esos que se han vendido, a todos esos que cambian de color en busca de más poder y dinero, a todos esos que votan o dejan de votar regidos por un soborno y no por el bien de la sociedad. Como en el 2000, venga, ¡hagámoslo de nuevo!
Votemos por quien votemos, al final se van a vender porque todos son iguales.
Tenemos una gran ventaja: conocemos los nombres y los colores de los políticos que se han vendido y aliado a otros. Ahora nos toca a nosotros descartarlos en las urnas, PRI, PAN, PVEM, PT, MC, PRD y Nueva Alianza son lo mismo, nos lo han mostrado descaradamente una y otra vez.
No estamos buscando engrandecer a un partido, del color que sea; estamos buscando detener o ponerle una pausa a la impunidad y corrupción en las que nos tienen sumergidos, necesitamos legisladores que hagan un contrapeso real, que no se hayan vendido hasta la fecha, que no van a decir SÍ a todo lo que el Señor Presidente les diga, sino por el contrario, necesitamos políticos que cuestionen todo.
Podemos hacer que el PRI, el PAN o el PRD pierden la Cámara de Diputados pero eso no resuelve ni la crisis, ni las muertes, ni la desigualdad.
Estamos buscando 3 años para organizarnos, para poder planear y pensar de aquí al 2018. Estamos buscado detener este conjunto de acciones cínicas que provocan no sólo pobreza, desigualdad y enojo, sino muertes en masa y nula justicia. Movimientos como PODEMOS en España y Siryza en Grecia se gestaron y consolidaron en menos de 3 años ante la total falta de oposición en el sistema político.
Los partidos no pueden renunciar a ser oposición porque entonces la sociedad toma ese papel. Vamos a silenciar a la clase política corrupta para enarbolar nuestras causas de manera organizada y eficaz. Seamos los responsables de que nazca un nuevo rumbo hacia el 2018.
Ciudadanos afines al PRI, PAN, PRD, PT, PVEM, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano: de verdad, es momento de unirnos, seamos del color que seamos, nos duele saber que 43 normalistas fueron torturados y desaparecidos, nos indigna que los políticos con todo y lo que ganan y el deber que tienen, “ya se cansaron”, nos da rabia tanto despilfarro, tanta desigualdad, tanta pobreza; a pesar de que los políticos son corruptos y desleales, aún como ciudadanos podemos jactarnos de ser honestos, trabajadores y luchadores, nos duele México, o hacemos algo ahorita o nos atenemos a las irreversibles consecuencias.